Pequeña serenata diurna – Silvio Rodríguez
Vivo en un país libre
El cual solamente puede ser libre
En esta tierra en este instante
Y soy feliz porque soy gigante
Amo a una mujer clara
Que amo y me ama sin pedir nada
O casi nada que no es lo mismo
Pero es igual
Y si esto fuera poco
Tengo mis cantos que poco a poco
Muero y rehago habitando al tiempo
Como le cuadra a un hombre despierto
Soy feliz, soy un hombre feliz
Y quiero que me perdonen
Por este día los muertos de mi felicidad.
Hoy después de leer un artículo sobre una ley en EAU que OBLIGA a las
mujeres a dar de lactar a los niños hasta los dos años me quedé con esta
canción en la cabeza y pensé: doy gracias por estar donde estoy.
Porque vivo en un país libre donde la mujer puede ser escuchada, donde
existen leyes diseñadas para protegernos (aunque la sociedad siga siendo
machista y no las cumpla a cabalidad), donde puedo estar tranquila de que puedo
escoger lo que me haga feliz.
Vivo en un país libre donde las mujeres tenemos derecho a votar, al acceso
a servicios de salud gratuitos, a vestir como queramos, a estudiar, a trabajar,
a ocupar puestos públicos, a protestar, a denunciar. Somos libres de elegir a
quien amar, qué hacer con nuestras vidas, cuántos hijos tener y tantas otras
cosas.
Doy gracias porque pude elegir con quien casarme y no tuve que ser
forzada desde los 10 años a casarme con un hombre 4 veces mayor que yo. Tampoco
mis padres tuvieron que venderme a los 15 años a un hombre con 3 esposas más. Tuve
libertad de conocer por mucho tiempo al hombre ideal para mí, que amo y me ama,
que no es machista, que me ayuda y es mi apoyo en todo lo que emprenda, que
respeta y acepta mis ideas por muy locas que sean.
Doy gracias porque pude estudiar, aprender a leer, escribir, ser
profesional y siempre aspirar a más, a ascender en mi trabajo, a ser reconocida
por lo que hago. Doy gracias porque si me presento a un trabajo no me
discriminan ni me pagan menos por ser mujer sino que me evalúan de acuerdo a
mis aptitudes.
Doy gracias porque puedo pensar y decidir por mí misma. Porque a pesar
de estar casada no tengo que estar pidiendo permiso a mi marido para salir a la
calle sin compañía y menos tengo que usar una ropa que me cubra todo menos los ojos.
Me visto con lo que me gusta, combino
colores así esté de duelo porque no soy partidaria de llevar luto con la ropa,
yo pienso que el dolor por una pérdida se lleva por dentro.
Puedo decidir si practico o no una religión. Mis creencias son asunto
mío y las llevo por dentro. A pesar de tener una familia religiosa no estoy
obligada a seguirlos si no quiero. Así también no ando persiguiendo a otros o
declarándoles la guerra por no creer lo mismo que yo.
Tengo el privilegio de estar formando una familia donde los jefes somos
dos, mi esposo y yo. Tomamos las decisiones en conjunto, planificamos y
elegimos cuántos hijos tener. Nadie nos obliga a tener solo 1 y si por alguna
razón queremos tener un segundo, no tenemos que pagar una multa o un impuesto
especial. Nadie me puede obligar a abortar un niño ya concebido. Pudimos elegir
el método de planificación familiar ideal para nosotros y el gobierno de mi
país nos apoyó con asistencia y medicamentos gratuitos.
Como mujer y madre pude elegir dar el pecho a mis hijos y complementar
su alimentación con fórmula. Tuve acceso a información verídica de fuentes
confiables que me apoyaron en esta decisión. Así como conocí casos donde no
siempre es posible la lactancia o el parto normal y no por esto se es menos
mujer o mala madre, ni es motivo de ser denunciada o castigada.
Soy libre de hacer lo que quiera y eso no implica que no respete las
libertades de las demás o que no acepte los castigos por hacer algo contra la
ley. Vivo en un país libre cuyas leyes protegen a todos y defienden los
derechos humanos, aunque algunitos por ahí piensen lo contrario.
Soy libre de expresarme siempre y cuando no acuse a nadie porque eso es
cortar las libertades de otro y nuestra libertad termina donde comienza la de
los demás. Soy libre de publicar este pensamiento y ustedes de leerlo y opinar
si gustan.
Soy feliz, soy una mujer feliz y como dice Silvio en el último párrafo
de su canción, que me perdonen por dar gracias en este día a aquellos que se sacrificaron y los que luchan día a
día para que tengamos esta felicidad de ser libres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario