Acabo de leer ESTA noticia en Diario El Telégrafo, y tengo
varias cosas que comentar.
La noticia mencionada habla sobre un informe de Contraloría donde se “evidencia” un incremento del 64.28% del monto estipulado que, a la larga, terminaron por favorecer a la contratista asiática. Y aquí es donde, mañosamente, no aclaran que la Ley de Contratación Pública que nos rige hoy en día fue aprobada en Marzo del 2017, es decir, 3 años después de que dichos contratos fueron suscritos. Hasta donde sé, las leyes no son retroactivas, por lo que con la ley del 2014 era legal y permitido tener un incremento en un contrato de hasta el 70%. La ley actual permite hasta el 15% y 35% en casos excepcionales y con previa aceptación de los entes rectores tales como el SERCOP.
Entonces, hasta donde yo veo, no se está infringiendo la ley.
Luego, y esto es algo de lo que yo siempre critico, habla de un sobreprecio en varios rubros de los materiales utilizados. Me gustaría saber si quienes hacen estos informes son ingenieros civiles especializados en construcción y costos, porque de otra forma no me parece que deberían estar hablando de sobreprecios.
Los que hacemos presupuestos de obras sabemos que no es posible dar un valor exacto de un proyecto en particular por varios factores como:
- Cambios: Es normal que dentro de un proyecto se den cambios, rediseños. En obra se verifican condiciones particulares que en papel no se vieron. Es normal y sucede, y no por eso significa corrupción o simple mala fe.
- Ubicación: Las obras construidas en el anterior gobierno, en su mayoría fueron en lugares poco accesibles, donde el precio de materiales generalmente se dispara por concepto de transporte y acarreo.
Aclaro que no estoy defendiendo a la contratista ni nada. Quiero más bien que a esta noticia se la mire con una perspectiva diferente y que sirva como una crítica al periodismo ya que, a mi parecer, es una noticia que
deja (a propósito) muchos vacíos y confusión. Pinta de negro lo que alguna vez
fue verde… y es claro que esa es su consigna.
Los ecuatorianos sabrán de qué hablo.
Los ecuatorianos sabrán de qué hablo.